Pese a que la cubierta es la barrera que nos protege frente a los agentes externos, la auténtica la piel de los edificios, en pocas ocasiones se le da la importancia que realmente tiene. ¿A qué es debido ésto?, pues sencillamente porque es el elemento más alejado para el inquilino, casi nunca es visitable y en pocas ocasiones aporta una funcionalidad estética al conjunto de la edificación. Por lo tanto, cualquier tipo de cubierta se considera válida cuando en principio no existan patologías.
Después de doce años de profesión, he llegado a la humilde conclusión de que los profesionales de cubiertas somos como los médicos de urgencia de la construcción, nadie se acuerda de nosotros hasta que aparecen las temidas goteras. De repente, la urgencia de la situación da la importancia real que tiene la cubierta para un edificio, porque es en ese preciso instante cuando nos damos cuenta de que toda la funcionalidad de éste (sea la que fuere para lo que fue concebido) queda en entredicho sencillamente porque cuando llueve entra agua.
Es en este momento cuando, casi siempre, se piensa que se trata de un error de ejecución y sin pretender justificar, ni mucho menos, a los montadores de cubiertas, cabría preguntarnos: ¿sería justo achacar sólo a una cubierta mal ejecutada todas las patologías que pudieran aparecer?, ¿es que en el momento de la ejecución, el director de obra y el director de ejecución de obra no se dieron cuenta de los errores?, o ¿es que más que un error de ejecución existe un error en el diseño o de proyección?.
Sin duda, la calidad del proyecto aumenta en grado exponencial la calidad de la obra ejecutada. Como proyectista asumo la responsabilidad de hacer un buen proyecto, lo que supone:
- Que sea completo y describa el edificio que se va a construir.
- Que toda la información que contenga esté técnicamente bien concebida
- Que cumpla la normativa obligatoria
- Que las soluciones constructivas empleadas sean las idóneas
- Que exista coherencia entre los distintos documentos.
- Que los diferentes documentos sean entendibles por personas distintas a las que lo han desarrollado.
Afronto el presente proyecto como un verdadero reto profesional, un apasionante trabajo que me llevará a reconocer mis limitaciones, aprender a superarlas y respetar las opiniones de todos los profesionales que colaboren en la ejecución de los trabajos.
Espero y deseo estar a la altura de las expectativas por parte de IVECO, que se que son altas y que espero que tras la conclusión de los trabajos pasen a ser reconocidas.
Fernando Blanco Peña
Director Comercial de INDAFER