La instalación de un sistema de seguridad, siempre tiene que estar argumentado con la siguiente pregunta;
¿Para qué necesitamos un sistema de seguridad en una cubierta?
- Para hacer un mantenimiento de la cubierta; limpieza de canalones, bajantes, reparación de chapas, paneles, o impermeabilizaciones.
- Para poder acceder a la cubierta y reparar los aparatos que hay instalados en la misma (aireadores, máquinas de aires acondicionados, antenas)
- Para realizar trabajos de reparaciones o rehabilitación de algún elemento de cubierta.
Una vez determinado para qué necesitamos el sistema de seguridad, obviamente se colocará cerca de los elementos que necesiten ese mantenimiento.
No siempre es necesario colocar un sistema de seguridad en una cumbrera, porque el operario que utilice la línea de vida o el anclaje que esté en cumbrera, necesitará utilizar elementos de amarre de mayor longitud para aproximarse a las zonas de mantenimiento; retráctiles de más de 12 m de longitud, o cabos de una longitud mayor a 2 m.
Hay que tener en cuenta que los cabos de amarre o los absorbedores, con los que el operario se desplaza en la cubierta, no pueden ser mayores de 2 m según la EN 354, EN 355, llegando a alcanzar los 2.50m cuando tienen un absorbedor de energía.
¿Cuándo hay que colocar un sistema anticaídas en una cumbrera?
Cuando el elemento estructural donde va colocado el anclaje es muy frágil o no cubre las dimensiones y especificaciones técnicas del fabricante. Por ejemplo; los tabiques de rasillones, los muros de ladrillo, etc…
También se colocan en las cumbreras cuando la pendiente es muy pronunciada y no es posible colocar el sistema cerca del canto de caída. En este caso se trabajaría con elementos de retención con los retráctiles.
Como última lógica, se colocan en cumbrera porque no todos los fabricantes tienen diseñadas placas de anclaje que se puedan inclinar y adaptarse a los parámetros y grados de las cubiertas.
Autor: Nuevas Alternativas