Jose Angel Andres
Director General de Ferrolezama
El término amianto designa a una serie de minerales fibrosos constituidos por silicatos de diversa composición (calcio, magnesio, hierro), debido a sus excelentes propiedades fisicoquímicas, es dieléctrico, aislante térmico, presenta elevada resistencia mecánica, química, además es un material ignífugo y relativamente económico, por lo que han sido muy utilizados en diversas aplicaciones constructivas.
Según la regulación de la Unión Europea en su directiva 91/655/EEC se definen como amianto a los silicatos fibrosos o mezclas de:
• Actinolita amianto CAS Nº 77536-66-4
• Antofilita amianto CAS Nº 77536-67-5
• Amosita CAS Nº 12172-73-5
• Crisotilo CAS Nº 12001-29-5
• Crocidolita CAS Nº 12001-28-4
• Tremolita amianto CAS Nº 77536-68-6
El amianto puede pasar al aire en forma de fibras simples, agregados de fibras o bien agregados de fibras y partículas. Observadas en un microscopio óptico las fibras de amianto aparecen como hilos muy flexibles curvados o rectos, dependiendo de su longitud y naturaleza.
Durante la revolución industrial a partir de 1900 es cuando realmente comienza el uso de este material, teniendo el máximo desarrollo en los años 70. En la década de los 90 comienza a prohibirse en algunos países de la UE y por tanto decrece su aplicación, en España se prohíbe su uso y comercialización en el año 2002.
En España, desde el año 1960 hasta la prohibición de fabricación y comercialización de la última variedad de amianto, el crisotilo, fijada el 14 de junio de 2002, se han importado 2,6 millones de toneladas de amianto, y sus principales sectores de uso han sido, alrededor del 80% construcción (fibrocemento, suelos vinílicos, falsos techos), 11% Industria (calorifugados, elementos de fricción, válvulas) y el 9 % otros usos, incluido elementos en productos de gran consumo (planchas, tostadoras de pan, estufas en hogares, etc.).
Riesgo de inhalación
El principal riesgo asociado al amianto es el de inhalación vía respiratoria de las fibras que lo constituyen. Su naturaleza cancerígena exige una especial precaución en su manipulación, especialmente en aquellas actividades que conllevan su manipulación por lo que es susceptible la generación de partículas fibrosas al ambiente, por ejemplo el corte, troceado, taladrado, desmantelamiento, etc. de materiales que contengan amianto en su composición. Las principales afecciones que se desarrollan por exposición al amianto son:
El cáncer de pulmón es la primera causa de muerte relacionada con el amianto en los pacientes expuestos.
El mesotelioma maligno, que es un tipo de cáncer de las células mesoteliales del pulmón.
La asbestosis, que es una enfermedad pulmonar crónica. Las fibras penetran en los pulmones e irritan el tejido pulmonar, lo inflaman y provocan, al cabo de unos años, una fibrosis pulmonar (engrosamiento y cicatrización del tejido pulmonar).
Son enfermedades con periodos de latencia largos, puede pasar más de 10 años entre la exposición y el comienzo de la enfermedad. El síntoma principal es una dificultad respiratoria que se va agravando a medida que progresa la enfermedad.
Presencia de elementos con amianto en edificios
Los edificios de cierta antigüedad (construidos desde los 70 hasta primeros de finales de los 90) presentan frecuentemente una variedad importante de derivados del fibrocemento, en forma de tubos de bajantes, depósitos de agua, jardineras, placas de cubierta y en revestimientos decorativos. Si bien, estos materiales sin una manipulación previa no presentan un riesgo elevado, se debe considerar que la exposición continuada a las inclemencias meteorológicas termina por afectar a los materiales, y por lo tanto son susceptibles de ir liberando paulatinamente concentraciones variables de fibras, lo que supondría un riesgo elevado.
Existen así mismo unas aplicaciones que suponen un riesgo muy importante sin manipulación previa del material, hablamos de presencia de amianto friable, básicamente sistemas proyectados en estructuras metálicas para conferir mayor resistencia en caso de incendio. Estos materiales presentan una capacidad de degradarse y generar fibras muy elevada, suponiendo un altísimo riesgo incluso en exposiciones esporádicas de corta duración.
La normativa básica que regula la actividad de retirada de estos materiales es el R.D. 396/2006, donde se indican las condiciones que debe cumplir una empresa que se dedique a esta actividad, procedimientos que debe seguir la metodología de trabajo, equipos de protección de los trabajadores, registro de control, etc…..
Solo las empresas que cumplen con las condiciones indicadas en dicho Real Decreto, están autorizadas para la manipulación de estos materiales como parte de su actividad comercial, y deben estar registradas en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (R.E.R.A.).
José Angel Andrés Anadón
Director General de Ferrolezama
En caso de disponer de la información, agradeceré saber «algo» de magnesia plástica al 85 %: composición, propiedades, toxicidad, etc.
Muchas gracias.