Supongo que en cada profesión existe algún tipo de tabú, algún tipo de palabra prohibida que no se puede nombrar porque es sinónimo de mal augurio, que implica toda clase de desgracias al que la pronuncia. Para una gasolinera sería…… ¿el fuego?, para un camionero….¿un pinchazo?, para un albañil…..¿la especulación?, para un político…….¿el trabajo?
Pues bien, para un profesional del mundo de las cubiertas esa palabra maldita es sin duda, GOTERA. Y es que nadie en este sector quiere hablar de ellas, todos pasamos de puntillas, como sin querer, sencillamente porque cuando aparece es sinónimo de que todo nuestro trabajo, sea de la dimensión que sea, está mal hecho. “Fulanito nada más que deja goteras” (Como si se sembrasen cuán girasoles en las cubiertas).
Pero para todo roto, siempre hay un descosido, y es que al falso cobijo de la gotera, existe un sector especializado en hacer negocio, utilizando el componente psicológico de desesperación que siempre aparece en el inquilino que sufre tan desagradable aparición y apoyándose en el deseo, obviamente jamás reconocido por dicho inquilino, en que ya no sea él el culpable de esto que le pasa. Echar el muerto a otro, vaya.
Para empezar, quiero felicitar desde aquí al primer individuo (que supongo que sería un ser humano) que se le ocurrió aplicar espuma de poliuretano en los tejados para quitar las goteras: ¡Enhorabuena!, Sin duda alguna, ha inventado el mejor negocio del sector de las cubiertas, aprovechándose de una situación, bastante habitual dentro de este mundo, como es la de no tener ni puta idea para lo que sirve lo que se está haciendo.
Y es que es asombroso como una mala idea, puede tener tanta aplicación, impresionante. Porque al amparo de que la espuma de poliuretano tiene un aspecto tan, tan, tan de cosa que parece algo que tiene que ser la leche, porque con lo feo que queda, es que tiene que ser perfecto, se han proyectado miles y miles de metros cuadrados (quizás millones). Ojo, y además te aísla del frío y del calor, y lo que es más importante de todo, el precio y la comodidad, genial, es que es genial, ¡¡¡es que es justo lo que yo quería¡¡¡ (y digo yo, ¿no te mosquea el hecho de que alguien te ofrezca justo lo que tú quieres, al precio que tú quieres y con las condiciones que tú quieres?, mira a ver que igual te están estafando)
Porque claro, vete tú a decirle al propietario de turno de una cubierta de fibrocemento, que tiene que realizar un plan de trabajo para quitar la uralita porque contiene amianto y que tiene que colocar una cubierta nueva de panel sándwich, y que tiene que pedir permiso de obra y que tal y que cual. “¿Cómo dices chaval? Pero si yo aplico esta espuma amarilla y me lo garantizan por……..aquí viene la parte común de los artistas de las goteras, la garantía, queridos amigos, si os queréis dedicar a este oscuro mundo, siempre hay que garantizar lo que apliquéis, porque así, el cliente siempre podrá alegar algo en su favor en caso de que alguien le insinúe que le han tomado el pelo.
Pues bien, la espuma de poliuretano, queridos niños, NO SE INVENTÓ PARA IMPERMEABILIZAR, aunque si es verdad que al tener una molécula muy cerrada tiene apariencia de estanca, NO LO ES.
La principal propiedad de la espuma de poliuretano proyectada es su cualidad de adherirse al soporte donde se aplica, pero también sufre un grandísimo deterioro con los rayos ultravioleta ahuecándose y por fin cayéndose sin más remedio en muy poco tiempo. Pero esto es en el mejor de los casos, ya que la espuma de poliuretano a la intemperie, con la habitual capa de polvo, es una auténtica bomba inflamable. Muchas han sido las cubiertas que han salido ardiendo por una simple chispa eléctrica.
Pero también están los alquimistas de las goteras, los auténticos profesionales de este sector. Te garantizan por decenios (si llegara a ser menester por milenios) que mediante la aplicación de determinado “mugi” de origen alemán o americano, ojo, este punto es clave, si usted se está planteando vivir de arreglar goteras mediante productos milagrosos no intente decir que se trata de “mugi” español, no señores, eso no funcionará, ha de ser de procedencia rotunda, de un país serio ¿y quiénes son más serios que los alemanes?, o aún mejor, ¿los americanos?…
Si usted se atreviera a interesarse por el tipo de garantía que extienden estos personajes,
será agasajado con todo tipo de documentos (por supuesto en inglés, por lo de la seriedad), y además, como recompensa, obtendrá un documento firmado por el aplicador de turno (seguramente este documento contendrá restos de “mugi” en los márgenes) en el que garantizará por él (como si ser administrador de una empresa repeliese el agua) por su honor, valor, madre, hijas, yernos y por supuesto alguna norma derogada de la NBE española, que aquello funciona…….
Pues bien, esta solución milagrosa consiste en la aplicación de pinturas derivadas del poliuretano (esto en el mejor de los casos, porque el famoso clorocaucho sigue siendo el producto estrella). Estas aplicaciones son excelentes en su concepción, pero al ser distribuidas sin ningún control de instalación, caen en manos de los temidos alquimistas de las goteras, que consiguen hacer negocio, jugando con el miedo y sobre todo el esconocimiento de la gente.
Para que estas pinturas funcionen, han de ser siempre aplicadas en unas condiciones ideales de humedad y limpieza del soporte, condiciones que nunca se dan, por lo que los fabricantes recomiendan encarecidamente la aplicación de tratamientos previos, que si se dieran, ya no serían tan económicas como pretenden estos desalmados. Es decir, estas pinturas bien aplicadas son tan caras como la instalación de cualquier tipo de cubierta nueva.
Con respecto al clorocaucho (otro gran inventor el que decidió aplicarlo para absolutamente todo), se trata de un tipo de pintura para APOYAR la impermeabilización de determinados encuentros en una cubierta. No se trata de una solución que se concibiera para impermeabilizar toda una cubierta.
Para todos aquellos que sufran las goteras en soledad, yo les digo que no existen los productos milagrosos y que las garantías no valen absolutamente para nada…. O es usted un cliente aprovechado…
CONTINUARÁ…LAS GOTERAS. PARTE 2: LOS CLIENTES APROVECHADOS
Pingback: La casa por el tejado » Blog Archive » LAS GOTERAS. PARTE 2: LOS CLIENTES APROVECHADOS
Pingback: La casa por el tejado » Blog Archive » LAS GOTERAS. PARTE 3: LAS TERRAZAS
Pingback: La casa por el tejado » Blog Archive » Deficiencias y patologías en cubiertas de panel sándwich (II).
Pingback: La casa por el tejado » Blog Archive » Decálogo del profesional de cubiertas.