En relación a alguno de los últimos post publicados donde se describen las tareas a realizar en el mantenimiento de cubiertas y la periodicidad de las mismas, puede surgir la problemática de cómo ejecutarlas, ya que como sabemos los trabajos en altura tienen asociado un riesgo específico que requiere una especial atención.
En muchas ocasiones el mantenimiento de cubierta se concibe desde la fase de proyecto, detalle que más que conveniente debería de ser obligatorio, y que por norma general deberá contener al menos el dotar a la cubierta de un acceso específico y diseñar las protecciones colectivas necesarias para poder realizar los trabajos posteriores, bien sea mediante líneas de vida, barandillas o cualquier otro elemento que cumpla la función.
En otras ocasiones, por desgracia la mayoría, el mantenimiento no se ha tenido en cuenta en ningún momento, por lo que llevarlo a cabo no siempre es fácil desde el punto de vista de la seguridad laboral, impidiendo en muchos casos la ejecución del mantenimiento, en otros casos reduciéndolos a los niveles mínimos (muy por debajo de las recomendaciones), o el peor de los casos realizándolos con un riesgo extremo para la salud de los trabajadores.
A continuación comentaremos la problemática de la ejecución del mantenimiento de una cubierta en concreto y cómo se ha resuelto con una solución óptima y definitiva, teniendo en cuenta que cada cubierta es distinta y requiere de un estudio y solución específico.
En este caso se trata de una nave con una cubierta en diente de sierra que por sus dimensiones se diseñó con una discontinuidad en cada diente para generar un apoyo intermedio y a su vez una doble línea de recogida de aguas (canalón) para aumentar la capacidad de la red de evacuación de pluviales de la cubierta.
La primera imagen muestra el canalón longitudinal comentado anteriormente y en la segunda imagen se ve cómo el diente de sierra que dividido en dos cubierta diferentes separadas por dicho canalón.
Destacamos igualmente en la segunda fotografía como el faldón translúcido contiene un zócalo que a la vez hacía las funciones de parapeto durante el tránsito por la cubierta.
El objeto de esta obra fue el desamiantado del material que existía bajo el panel sándwich y la reposición del mismo, sustituyendo por otro lado el faldón translúcido de poliéster por uno de policarbonato celular en toda su altura, consiguiendo así la mejora de la iluminación interior.
En el estado reformado se observa por un lado que el faldón translúcido genera un canto de caída en toda su longitud ante la posible rotura del mismo. Por otro lado el canalón longitudinal queda en el mismo estado que se encontraba, que no es otro que entre dos faldones con una pendiente excesiva que imposibilita el tránsito por él, además de que no es conveniente caminar sobre el canalón para no generar daños en el mismo, especialmente en sus juntas.
El primer problema se ha resuelto colocando una línea de vida en cada cubierta en paralelo al canto de caída generado, de modo que el operario que realice el mantenimiento estará en todo momento anclado a un punto seguro mediante el empleo de un arnés de seguridad con su correspondiente cabo de amarre.
El segundo punto crítico ha requerido la instalación de una pasarela desmontable de tramex, de modo que toda la longitud de la cubierta queda transitable y registrable para cualquier labor de limpieza o reparación posterior.