En este país las instalaciones de un gran número de naves comerciales y empresas tienen más de 25 años.
Esto significa que sus cubiertas, y por tanto sus lucernarios, se encuentran, al ser de poliéster (el material que se usaba entonces), deteriorados y no aportan la luz que tenían al principio de su colocación. Por este motivo con una obra bastante sencilla se puede recuperar la luminosidad adecuada para el trabajo diario y así tener un ahorro bastante notable de la factura eléctrica.
Dicha obra consiste en cambiar los lucernarios antiguos por policarbonatos translúcidos, que son mucho más duraderos y no se deterioran con el sol.
La obra será en función de las características de las instalaciones y su deterioro, tales como inclinación, falta de acceso, materiales, etc.
A la vez de realizar esta obra, si fuera necesario, se realizarían trabajos para arreglar goteras y, en los casos más extremos, se realizaría un trabajo de doblaje de cubierta, que consiste en omegar la cubierta antigua y cubrir con una nueva chapa trapezoidal y un aislamiento de fibra de vidrio o lana de roca normalmente.
También se harían trabajos en los canalones si fuera preciso. Lo más efectivo es arreglar todos los empalmes del canalón con una serie de actuaciones sobre ellos:
- Eliminación de empalme antiguo y limpieza del canalón
- Aplicación de una nueva junta de masilla y refuerzo de chapa.
- Revisión de buzones y, si fuera necesario, arreglo con masilla.
- Limpieza de tapaderas y nueva aplicación de masilla.
Todo esto sería mucho más efectivo con un mantenimiento trimestral de los canalones, limpiándolos y observando anomalías en dichos canalones.
Doblaje de cubierta en Segovia:
Cubierta terminada:
Canalón antes y después de la reparación:
Lucernario antes y después de la rehabilitación:
Con unas simples actuaciones obtendremos unos resultados muy efectivos y visibles.