LAS CUBIERTAS DE TEJA. Parte 1

LAS CUBIERTAS DE TEJA. TIPOS DE TEJAS

En España, dentro de la edificación residencial, seguramente el elemento de cobertura más utilizado haya sido la teja. Si analizamos una teja cerámica curva fabricada por maquinaria del siglo XXI, frente a la tegula romana echa a mano y barro hace dos mil años, no vamos a ser capaces de ver ni una sola diferencia conceptual entre ambas. Sin embargo, aunque el concepto sea exactamente el mismo, los fabricantes han ido adaptándose a la evolución de la arquitectura, para dar respuesta a las necesidades de los nuevos edificios, y para ello no sólo han mejorado los procesos de producción y calidad, si no que han creado una importante cantidad de accesorios y materiales complementarios o auxiliares, logrando que una teja se pueda colocar hoy en día prácticamente sobre cualquier cubierta, independiente de su inclinación, uso o forma geométrica.

A lo largo de tres artículos veremos cómo resolver diferentes tipos de cubiertas con tejas, viendo además los elementos auxiliares y accesorios que existen.

Pero para empezar, vamos a ver qué tipos de tejas hay.

Tipos de Tejas

Fueron los romanos (como tantas cosas de la construcción) los que desarrollaron la tegula. Se trataba de una pieza cerámica, cocida en horno y que, colocada en los tejados, garantizaba la evacuación de agua por escorrentía.

Las tejas garantizan la estanqueidad por escorrentía, es decir, funcionan correctamente siempre que se coloquen en una cubierta que tenga la inclinación mínima necesaria. Esta pendiente mínima siempre ha sido del 30%, aunque ahora con las tejas metálicas y plásticas se ha reducido al 10 %. Hablaremos más detenidamente sobre las pendientes en el siguiente artículo.

A la hora de clasificar las tipologías de tejas, podemos hacerlo tanto por su materia prima de la que están construidas así como por su forma geométrica.

Por su materia prima las tejas pueden ser:

  • Cerámicas. Son las más habituales. Si la cerámica es de buena calidad, este tipo de teja no necesita de muchos aditivos para tener un excelente comportamiento tanto a bajas como a altas temperaturas. Su mayor defecto es la planeidad, es muy complejo garantizar una alta planeidad de la cerámica si no es con procesos de “rectificación” que implican elevar el coste del producto.

  • Hormigón. La teja de hormigón requiere de aditivos ya que el hormigón puede dar problemas si no está correctamente hidrofugado (sobre todo si se queda el agua en la teja y se llega a congelar). Su principal ventaja es la facilidad para dotar de planeidad a las tejas de forma económica.

  • Plástico. A finales del siglo XX, se empezaron a utilizar tejas de materiales termoplásticos, buscando aligerar el peso (y sobre todo el precio) de las cubiertas de teja tradicionales.

  • Metálicas. También a finales del siglo XX aparecieron tejas metálicas (sobre todo aluminio y menos habitualmente acero), que también buscaban aligerar peso y en menos rango el precio de las cubiertas de teja.

Tanto las tejas metálicas como las de plástico, se basan en los mismos conceptos empleados en la instalación de cubiertas de chapa y o panel sándwich, por lo que no será de estudio en estos tres artículos.

Por su forma geométrica las tejas las podemos clasificar en:

  • Tejas curvas. Este tipo de teja en realidad se divide en dos piezas, la canal y la cobija. Es el tipo de teja más clásico utilizado. En su inmensa mayoría es cerámico y su utilización en la actualidad está muy centrada en la rehabilitación o en la construcción de edificios afectados por un entorno protegido por patrimonio. El mayor hándicap es sin duda el alto mantenimiento que lleva este tipo de tejado. La única ventaja la estética.

La teja curva requiere de una superficie de apoyo continua y rugosa para garantizar que la teja canal no resbale con el tiempo. Antiguamente, se utilizaba gran cantidad de barro, paja y cascotes para la instalación de este tipo de tejados. En la actualidad, se utilizan materiales auxiliares como la placa de cartón bituminoso. Existen tejas curvas con tetón, para su montaje en seco.

  • Tejas mixtas. Es la teja más utilizada en la actualidad, ya que elimina el mayor problema de la teja curva que es el alto mantenimiento, siendo un tejado que no necesita prácticamente mantenimiento.

La teja mixta se caracteriza porque la forma de la canal y la cobija se realiza en la misma pieza. Además, las tejas mixtas poseen de un “tetón” que facilita su instalación en seco.

  • Tejas planas. Conceptualmente es exactamente igual a la teja mixta. La diferencia está la forma geométrica de la pieza. Al ser mucho más plana, este tipo de tejados requiere de mayor pendiente para garantizar la estanqueidad por escorrentía. La teja plana original era la teja plana alicantina, que se sigue utilizando mucho. Hoy en día, los fabricantes han añadido a su catálogo la teja mixta monocanal, que se asemeja al concepto de la pizarra en cuanto a la pendiente necesaria.

Una vez vistas las diferentes tipos de tejas, en los dos próximos artículos, me centraré en las tejas clásicas (mixta, curva y plana) para resolver diferentes tipos de cubiertas.

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