No es ningún secreto que el amianto provoca enfermedades mortales. La comunidad científica a nivel internacional así lo ha ratificado en numerosos estudios, y por desgracia las cifras de víctimas son abrumadoras y preceden a las conclusiones de dichos estudios.
Prácticamente todas las semanas se pueden leer noticias relacionadas con las consecuencias de la exposición a fibras de amianto:
– El amianto mata a un trabajador de Irún de Wagon Lits
– Un trabajador cobrará una indemnización de 131.790 euros por exposición al amianto
– Reconocen la prestación de una muerte por amianto en la factoría de…
A pesar de ello sorprende (e incluso indigna) el escaso consenso existente a nivel mundial para llevar a término la prohibición de utilización del amianto.
En la mayoría de los casos se debe fundamentalmente a la existencia de intereses económicos derivados de los enormes beneficios que la producción de amianto ha generado y sigue generando en países en los que se encuentran yacimientos del mineral. En este sentido, resulta sorprendente, por ejemplo, que Canadá, uno de los países más ricos del mundo, miembro del G-8, y pionero en la prohibición de manipulación del amianto en el interior de sus fronteras, fuera hasta septiembre del año pasado (2012) uno de los dos mayores exportadores de amianto a nivel mundial (junto a Zimbawe). Claro que uno lo entiende mejor cuando sabe que tenía la quinta minería de amianto más grande del mundo.
Evidentemente, escribo que indigna, porque aunque empiezan a verse luces en el camino de la prohibición del amianto a nivel mundial, como es el caso de Canadá, que cerró su última mina de amianto (y con ella la extracción y exportación a terceros países), o el de Polonia, que tiene ya aprobado un programa para la eliminación de todo el amianto instalado, las sombras siguen siendo muy alargadas. A estas alturas, sólo existen 54 países con prohibición de extracción y uso del amianto, y Rusia, primera potencia minera de amianto a nivel mundial, ha cogido el testigo de Canadá, que en 2012 cerró su última mina de amianto (y con ella la extracción y exportación a terceros países).
Para ampliar esta información recomiendo ver el documental “La trama del amianto”, emitido en varias ocasiones en La Noche Temática de La2 de TVE, y que seguro no dejará a nadie indiferente. ‘Lamentablemente’ ya no puede verse en “Alacarta” de RTVE.es…