El mes pasado, personal técnico de Indafer, realizaba una visita a un edificio de Toledo, con motivo de la solicitud por parte de la propiedad de inspección de la cubierta, para aportar posibles soluciones técnicas a la rehabilitación de las cubiertas existentes, ya que la cubierta estaba desplazándose sobre su propio faldón y una parte ya había caído a la calle.
Se trataba de una cubierta de teja cerámica curva, con elevada pendiente, sobre placas de cartón bituminoso, fijado a tablero de aglomerado de partículas de madera, todo ello colocado sobre estructura de acero.
El estado de la cubierta presentaba una gravísima situación, con desplazamiento del sistema, provocando la caída de piezas, resultando de carácter muy urgente una actuación inmediata para corregir las deficiencias detectadas, para evitar que el problema se agravara más aún, con una mayor superficie de cubierta desplazada, dejando al descubierto las viviendas, y caída a la vía pública o al patio interior existente en el edificio, con el peligro con esto supone.
El estado de la cubierta se debía a una muy deficiente fijación del sistema al soporte estructural de la cubierta, y de algunos de los elementos de cubierta entre sí.
El tablero de cubierta, de aglomerado de madera, no se encontraba correctamente fijado a la estructura metálica portante de la cubierta, en algunos puntos en concreto se localizaban tornillos que no fijaban el tablero a la estructura. Con esto, el tablero soporte del sistema de cubierta se considera deficientemente fijado a la estructura.
Las placas de cartón bituminoso bajo teja, se encontraban muy deficientemente fijadas mecánicamente al tablero de aglomerado, en cuanto a la longitud, la cantidad y disposición de la tornillería empleada. Con esto, al producirse sobrecargas dinámicas en la cubierta provocadas por el peso propio de la cubierta, combinado con acciones de viento y lluvia, dichas fijaciones no han resultado suficientes, ni en cantidad ni en forma de ejecución, para soportarlas.
La teja cerámica curva, fijada mediante espuma de poliuretano a la placa de cartón bituminoso, aunque no cumple con la distancia entre hiladas para macizado con mortero, que marca la Normativa, se encontraba en mal estado básicamente como resultado de la deficiente ejecución del resto del sistema y de su desplazamiento.
El sistema no estaba correctamente fijado, ni el soporte de la cubierta a la estructura portante, ni la placa de cartón bituminoso, sobre la que se coloca todo el peso de la teja, estaba convenientemente fijada al tablero. Como resultado de todos estos factores, incluyendo la propia pendiente de la cubierta que incide más en su problemática, ya que el peso de la cubierta de teja combinado con la muy deficiente fijación de su soporte (placa de cartón bituminoso) al tablero, la cubierta ha sufrido una serie de movimientos entre sus capas, que ha conducido a la caída de piezas de teja cerámica. Lo más grave es que aún se espera que la cubierta vaya cediendo más, ya que, una vez que las fijaciones de las placas han cedido, el conjunto de tejas con su soporte se encuentran fijados a los tableros únicamente por gravedad y rozamiento entre materiales, lo que hace que ante fuertes vientos o lluvias haga temer por la estabilidad del sistema.
El sistema de cubierta es válido… cuando se ejecuta correctamente.
Colocar deficientemente las fijaciones de cada elemento del sistema, en cantidad, tipo de tornillería o elemento de fijación, en cuanto a su disposición y su fijación a la estructura portante de la cubierta, puede suponer la ruina de la cubierta y provocar accidentes, teniendo que sustituir lo que quede de ella por una nueva cubierta.