A diferencia de las cubiertas, en los cerramientos de fachada, cuando se plantea la posibilidad de insertar elementos translúcidos termoplásticos, se opta casi siempre por la utilización de policarbonatos celulares, reduciéndose el uso del poliester y el acrílico para instalaciones industriales de baja exigencia.
A la hora de resolver una fachada translúcida con un policarbonato celular, podemos optar por elegir tres sistemas bien diferenciados:
Se trata de una elemento constructivo que imita a un sistema tradicional de carpintería de aluminio y piel de vidrio.
Existen tres tipos de espesores diferentes: 16, 20 y 40mm y dependiendo de este factor y del sistema multiceldilla, podemos separar más o menos la estructura auxiliar necesaria, transversalmente a la disposición de la placa.
Se trata del mismo sistema que se utiliza para la resolución de cubiertas.
Son planchas de policarbonato de longitud variable (a medida de la fachada) y ancho estandar entre 600 y 900 mm. El solape longitudinal se resuelve mediante una perfil de aluminio que se fija a una estructura transversal.
Cuando tenemos una placa de policarbonato celular totalmente lisa, la forma de resolver el solape longitudinal, es mediante la utilización de un conjunto de perfilería diseñada para tal efecto.
En este caso, la distribución de la estructura auxiliar ha de ser longitudinal al sentido de evacuación de las aguas, siendo el ancho mínimo de este perfil de al menos 60 mm que es el ancho que tiene el perfil auxiliar de la imagen
Como se puede ver, la placa no se perfora directamente, teniendo que dejar una distancia mínima entre placa y placa para permitir la dilatación sin que existan roturas.
La principal limitación de este sistema es que la longitud máxima de este tipo de placas es de 6.000 mm, y al no poderse realizar el solape transversal, la longitud de las aguas solo podrán ser seis metros.